En su declaración ante legisladores, difundida por una comisión del Congreso, Zuckerberg admitió ser demasiado idealista y no comprender cómo la plataforma, que dice ser utilizada por 2.000 millones de personas, podría ser objeto de abuso y manipulación.
El creador y presidente ejecutivo de Facebook se presentará ante una comisión del Senado hoy y ante otra de la Cámara de Representantes mañana, en medio de la tormenta por el uso de información sin permiso de al menos 87 millones de usuarios de Facebook por parte de la firma británica Cambridge Analytica (CA), que trabajó para la campaña de Donald Trump en 2016.
“No tuvimos una visión lo suficientemente amplia de nuestra responsabilidad, y eso fue un gran error. Fue un error mío, y lo siento”, dijo Zuckerberg, quien semanas atrás ya se disculpó por este tema. “Inicié Facebook, la administro y soy responsable de lo que sucede”, apuntó el empresario de 33 años, definiendo su compañía como “idealista y optimista”. “Nos enfocamos en todo lo bueno que pueden aportar las personas que se conectan”, dijo.
Pero reconoció que “ahora está claro que no hicimos lo suficiente para evitar que estas herramientas se usen también para hacer daño. Eso se aplica a noticias falsas, interferencia extranjera en elecciones y discursos de odio, así como también a desarrolladores y privacidad de datos”.
Zuckerberg se comprometió a evitar que casos como los de Cambridge Anatlytica (CA) se repitan, en un nuevo intento por controlar el daño de imagen y tras perder unos $80.000 millones en la Bolsa desde marzo.
“Estamos en el proceso de investigar cada aplicación que tuvo acceso a una gran cantidad de información antes de que bloqueáramos nuestra plataforma en 2014”, dijo Zuckerberg, quien el lunes estuvo en el Capitolio.
“Si detectamos actividad sospechosa, haremos una auditoría completa. Y si descubrimos que alguien está utilizando datos de manera incorrecta, los prohibiremos y se lo diremos a todos los afectados”, prometió, según el texto difundido.
Todo inició dentro de Cambridge Analytica
Cambridge Analytica recuperó en 2014, a través de un cuestionario psicológico, los datos de 87 millones de usuarios. Eso le permitió a la empresa británica crear una base de datos importante antes de ser contratada para la campaña del actual presidente de EE.UU., Donald Trump.